Adquiere plántulas de proveedores certificados para garantizar su salud y vigor. Planta las plántulas a una distancia apropiada para permitir un desarrollo radicular óptimo y evitar la competencia por nutrientes y agua.
Implementa un programa de riego regular y adecuado para las necesidades de los limones Tahití, evitando tanto el exceso como la escasez de agua. Asimismo, es esencial realizar un control integrado de plagas y enfermedades para proteger los cultivos.
Realiza análisis de suelo para determinar los nutrientes necesarios y ajusta la fertilización en consecuencia. Las podas regulares son fundamentales para mantener un equilibrio entre el crecimiento vegetativo y la productividad, así como para mejorar la circulación de aire y la penetración de la luz.